"5. Así habla Yavé: ¡Maldito el hombre que confía en otro hombre, que busca su apoyo en un mortal, y que aparta su corazón de Yavé!"
- Este versículo es muy usado en el protestantismo para afirmar que si tu confiesas tus pecados ante un sacerdote “estas confiando en un hombre” y eres Maldito por Dios.
- Sin embargo, si hablamos de confianza, nos podemos dar cuenta que todos tenemos cierta confianza en otros seres humanos.
- Cuando dejas a tus hijos con una niñera estás confiando en ella que cuidara a tus hijos, cuando comes la comida de un restaurante estás confiando que lo que estás comiendo no es un veneno que te va a matar.
- Por lo tanto, Dios no condena la confianza en otros hombres, o que busquemos ayuda en otros mortales por sí solo.
- Lo que él condena es que al confiar en otro ser humano “apartemos nuestro corazón de Dios”.
- Entonces: Lo que Dios condena es que “APARTEMOS NUESTRO CORAZÓN DE DIOS” por confiar en los hombres o buscar el apoyo en ellos.
- Al ir a confesar nuestros pecados a un sacerdote, estamos confiando en un hombre que nos ACERCARÁ MÁS A DIOS.
- El confesar los pecados a un sacerdote jamás nos APARTARA DE DIOS, al contrario NOS ACERCA MÁS A DIOS A CUMPLIR SUS MANDAMIENTOS como en: Juan 20:21-23 que le dio autoridad a los apóstoles para perdonar nuestros pecados.